Cuando pensamos en instalar una cubierta o cualquier tipo de estructura anexa a nuestro jardín, buscamos siempre la máxima armonía con el entorno. Optar por diseños elegantes, ligeros, minimalistas, que no rompan con la estética natural de nuestro hogar, es básico si queremos conseguir este efecto. Pero este minimalismo y esta ligereza no implican renunciar a los mejores materiales, opciones resistentes y seguras por las que debemos apostar si queremos que nuestra instalación permanezca intacta a lo largo del tiempo.
Dentro del sector de las cubiertas para piscina, el vidrio de seguridad es la mejor opción para garantizarte una cubierta resistente. Este material protege eficazmente cualquier piscina del paso del tiempo y del clima, incluso en las peores condiciones meteorológicas.
Pero dentro del vidrio de seguridad hay variantes: este material puede estar formado por cristal laminado o por policarbonato compacto, siendo ambas opciones muy eficaces para sacarle partido a tu piscina. En primer lugar, porque garantizan que la temperatura dentro de la estructura se mantendrá constante tanto en invierno como en verano. Y en segundo, porque son capaces de resistir casi cualquier tipo de impacto.
¿Por qué apostar por el policarbonato compacto?
En el mercado encontramos una amplia gama de cubiertas de piscinas. Para comprender cuál es la que más se ajusta a nuestras necesidades, lo primero que debemos hacer es conocer a fondo las diferencias que existen entre unos materiales y otros.
Lo más habitual es confundir el metacrilato con el policarbonato compacto del que hablábamos antes. Visualmente, se trata de materiales muy semejantes, con una transparencia de casi el 100%. Sin embargo, ambos difieren mucho en sus propiedades: mientras el metacrilato es bastante débil frente a golpes, el policarbonato compacto ofrece una resistencia muy superior contra impactos accidentales o agresiones. Esto es especialmente importante en el caso de cubiertas móviles, como las telescópicas o las cubiertas de apertura central, en las que es imprescindible garantizar la integridad de todas las piezas. Como siempre decimos, lo barato suele salir caro, y el caso del metacrilato no es ninguna excepción.
Cristal laminado: 100% seguridad
Si queremos evitar colocar grandes superficies de vidrio, el cristal laminado es una excelente opción. Este material está formado por dos hojas de vidrio entre las que se encuentra una lámina de Butiral de polivinilo o resina. Esta es totalmente translúcida, aunque también puede incorporar telas de colores, LEDs o papel con dibujos.
En el cristal laminado de seguridad, los trozos quedan unidos entre sí, lo que hace que sea casi imposible que se produzca una rotura. Tal es la resistencia de este material que se suele utilizar con fines antirrobos y antibalas. ¿Imaginas la confianza que esto puede aportar a tu cubierta? ¿Todavía valoras otras opciones que no garantizan tu seguridad?