A la hora de abordar un proyecto, en Pipor siempre partimos del mismo punto: analizamos todas las características del lugar y de su entorno con el objetivo de diseñar la cubierta perfecta. Así adaptamos todas las características (funcionalidad, estética, calidad…) a las necesidades que nos transmite cada cliente.
El caso de esta cubierta en Segovia es un vivo ejemplo de las variaciones que puede sufrir un proyecto desde su inicio hasta su culminación. Cuando el cliente contactó con nuestro departamento comercial, su intención era incorporar una cubierta que le permitiera sacar todo el partido a su piscina, ampliar la temporada de baño y ahorrarse la limpieza diaria, algo que le suponía un serio trastorno en su rutina. Al mismo tiempo, no quería una solución independiente a su jardín; la idea era huir de efectos añadidos, que rompieran la armonía con el entorno.
La solución ideal para este proyecto se materializó en una cubierta móvil, formada por módulos con una alta capacidad de desplazamiento. Este sistema es ideal para ubicaciones con altas temperaturas, ya que permite abrir o cerrar la cubierta para adaptar el baño a las condiciones meteorológicas.
Además, su manejo es muy práctico y funcional, pudiendo ser deslizada fácilmente por una sola persona. Este elemento de comodidad es uno de los puntos fuertes que más valoran nuestros clientes a la hora de instalar una cubierta móvil en su piscina.
A nivel estético, nos decantamos por el vidrio laminado de seguridad para evitar el exceso de perfiles verticales de aluminio. Así dotamos a la cubierta de grandes vanos totalmente transparentes que aportan ligereza visual al conjunto y permiten la plena conjunción con la vivienda y el entorno. El resultado es una estructura elegante y minimalista de calidad superior, que cumple con todas sus funcionalidades técnicas sin renunciar al diseño y a la belleza del paisaje.