A la hora de emprender un proyecto de cubierta para piscina, unificar estilos con elementos constructivos diferentes es un reto al que tenemos que enfrentarnos continuamente. Buen ejemplo de ello es esta instalación, realizada recientemente en Castilla La Mancha, concretamente en Cuenca. En esta vivienda, una construcción edificada en hormigón y rodeada de un amplio jardín de estilo japonés, predomina el estilo minimalista. El propietario quería incorporar una cubierta de piscina móvil, con una particularidad: ésta tenía que estar adosada tanto en un lateral como en un frontal sobre el muro que cercaba la propiedad.
Por lo tanto, teníamos la obligación de idear un sistema de guiado adosado al muro, que facilitase el deslizamiento de los módulos de una forma sencilla y, por supuesto, con el sello Pipor. Es decir, que la apertura y cierre de la cubierta pudiese ser llevado a cabo por una sola persona.
A la hora de hacer realidad este proyecto, introdujimos un elemento básico que favorecía la simbiosis entre el entorno, la vivienda y la cubierta para piscina móvil. Además, le aportamos más calidez a la estructura resultante. Para ello, echamos mano de nuestras soluciones personalizadas como, en este caso, el acabado en madera tipo Embero.
El estudio cuidadoso de los materiales a emplear hasta dar con la fórmula adecuada que conjugue funcionalidad y estética son características en las que se basa nuestro trabajo desde hace más de 22 años. Esto nos ha enseñado y guiado el camino para que nuestras cubiertas sean consideradas las de más calidad dentro de nuestro sector.