Lo más diáfano posible para permitir la entrada de luz natural y que desde dentro que permitiese observar nítidamente el fabuloso paisaje de la Sierra es la base con la que iniciamos el diseño de este proyecto.
La ubicación de la piscina se encontraba justo en el borde de un pronunciado desnivel, aspecto que consideramos prioritario a la hora de buscar una solución que conjugase la funcionalidad básica de la cubierta con ser un elemento que garantizase la seguridad de la familia.
La apuesta por una cubierta fija realizada en 5 módulos de grandes paños de 2.7m, y sin ninguna barrera vertical ni horizontal, es la propicia la perfecta visualización del entorno paisajístico. Para ello contribuyó de forma esencial la elección del sistema de “pata recta”, proporcionando equilibrio y calidez visual al conjunto.
La elección del acabado en Inox Pipor también ha sido vital para que la cubierta estuviera en perfecta harmonía entre la vivienda y el entorno.