Cubierta para piscina fija en vivienda de Cantabria

Cubierta alta para piscina. La solución para ocultarse de miradas indiscretas.

La utilización de la piscina responde habitualmente a necesidades de ocio, descanso y/o deporte, y no hay una forma más cómoda que hacerlo que desde la intimidad.

Claro está que la ubicación de la vivienda es la que determina si la piscina está o no libre de las miradas indiscretas.

En la mayor parte de las urbanizaciones ante esta situación los clientes suelen optar por diferentes medidas: Ubicar la piscina en la zona más alejada, situar obstáculos visuales en la piscina, utilizar elementos en el cierre que impidan observar el interior del jardín…

Sin embargo en Pipor ofrecemos la posibilidad de que tengas plena garantía de que puedas aprovechar la piscina sin sentirse intimidado.

La ubicación determina la estructura adecuada.

El departamento técnico tiene que idear una solución acorde a las condiciones ambientales y climatológicas de cada instalación. No es lo mismo una cubierta fija instalada en montaña que otra instalada en el mediterráneo.

En este caso la instalación se realiza en Suances en primera línea de costa, por lo tanto hay que preparar la estructura para soportas los vientos de cantábrico que azotan con virulencia en ocasiones.

 

Y en estos casos, ¿Cuál es el mejor sistema?

Dependiendo de la funcionalidad, la situación de la piscina con la vivienda y el entorno, y por supuesto ubicación condiciona el sistema de cubierta de piscina. En concreto en este proyecto se optó por una cubierta fija Pipor de grandes aperturas.

La resistencia de la cubierta es idónea para soportar el clima de la zona, y a su vez en verano las aperturas favorecen que en interior sea más agradable.

El factor barrera visual se aportó al proyecto incorporando en el lateral más expuesto vidrio de seguridad con acabado “opal”, es traslúcido y permite un alto grado de transmitancia de luz solar y a su vez ofrece un espacio de plena privacidad interior.

A todo ello hay que sumar la aportación del acabado de la cubierta, realizado en un lacado marrón con terminación texturada. Siendo éste mucho más resistente que otros lacados por su característica de tratamiento ante ambientes marinos y que además soporta con garantías el paso del tiempo. Desde luego la tonalidad elegida en combinación con los colores ocres de la vivienda es todo un acierto como resultado final del proyecto.