El verano ha llegado a su fin y es momento de preparar nuestra piscina para la época de invierno. Antiguamente, la adecuación de la piscina al invierno era un proceso largo y engorroso, que incluía, entre otras tareas, su vaciamiento total o la depuración del agua de forma permanente. Pero esto ha cambiado en los últimos años con el proceso de invernaje (también conocido como hibernación). Te explicamos en qué consiste.
Tareas de mantenimiento de piscinas en invierno
Limpieza en profundidad. El fondo y las paredes de la piscina deben estar siempre limpios para garantizar la seguridad. Por eso, cepillar las algas de las paredes y el fondo de la piscina utilizando algún sistema mecánico, como un limpiafondos que aspire hojas, pinaza y demás residuos, es un básico en el proceso de invernaje.
Ajuste del pH. Otro aspecto fundamental en el mantenimiento de una piscina de cara a invierno es la regulación del pH. Este debe estar entre 7.2 y 7.6 para evitar la proliferación de algas.
Instalación de una cubierta para piscina. Precisamente para evitar que la suciedad se acumule en la superficie, lo ideal es instalar una cubierta para piscina que la proteja de agentes externos. Además de hacer el mantenimiento mucho más fácil, este tipo de instalaciones sirven para prevenir accidentes y caídas, especialmente si hay niños cerca. El mantenimiento de la cubierta en invierno también es algo a tener en cuenta. En este sentido, además de la limpieza, también es interesante aplicar un tratamiento preventivo antimoho.
Desinfectante y alguicida. Este es un paso importante en cualquier piscina, pero especialmente en aquellas que tienen vegetación a su alrededor. Se realiza dos veces a lo largo del invierno (una nada más terminar la temporada de baño y otra aproximadamente en febrero) para evitar la descomposición.
Temperatura del agua durante el mantenimiento
Para llevar a cabo todas estas tareas que hemos comentado, el agua de la piscina debe estar a una temperatura por debajo de los 15ºC. Si vivimos en zonas más cálidas y detectamos una temperatura más elevada, es importante revisar de nuevo el valor del pH y ajustarlo, ya que puede que haya cambiado como consecuencia del calor. Añadiendo progresivamente pequeñas dosis de cloro conseguiremos bajar la temperatura.
Si, por el contrario, vivimos en zonas más frías en las que existe riesgo de heladas, también es importante tomar algunas precauciones adicionales. Lo primero, para evitar que el agua se congele, podemos colocar algún objeto flotante, como un balón hinchable; así impediremos que el vaso de la instalación se dañe como consecuencia de la presión del hielo. Además, debemos asegurarnos de que el nivel de agua de la piscina está por debajo de los skimmers, así como vaciar el filtro y las tuberías.
Como ves, preparar tu piscina para el invierno no es complicado si tienes claros los pasos que debes seguir. Ponlos en práctica y verás como, a la larga, invertir algo de tiempo en estas tareas de mantenimiento te ahorrará muchos contratiempos cuando llegue el buen tiempo.