La importancia de revisar el aire de tu cubierta

13 Abr, 2018

Cuando nos planteamos cubrir nuestra piscina, solemos pensar en las ventajas más evidentes: alargar la temporada de baño, adaptarnos a los caprichos del clima, disfrutar de un baño a cualquier hora del día… Sin embargo, una cubierta para piscina de mala calidad y un mantenimiento deficiente pueden llegar a convertirse en fuente de problemas para la salud.

En las piscinas cubiertas se produce una combinación de humedad y temperaturas elevadas que favorece la aparición de microorganismos: hongos dermatofitos, bacterias fecales o virus productores de lesiones cutáneas y cuadros digestivos son los más habituales. Siguiendo unas sencillas recomendaciones puedes evitar su proliferación.

 

Las conclusiones de la OCU sobre la calidad del aire

Un estudio realizado por la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios) acerca de la calidad del aire y el agua en las piscinas cubiertas españolas concluyó que la calidad higiénica del agua era correcta, pero no así la del aire. En gran parte de las instalaciones, la humedad superaba los límites deseables, favoreciendo el desarrollo de microorganismos. Además, se detectaron piscinas con altos niveles de trihalometanos como consecuencia de un exceso de cloro, algo que puede llegar a provocar molestias en las vías respiratorias, la piel y los ojos.

La insuficiente normativa técnico-sanitaria de las piscinas en España no ayuda a que se subsanen estos errores, puesto que las exigencias tan solo se centran en la humedad relativa del aire, la temperatura ambiente y los niveles de CO2, dejando atrás la limitación de los niveles de trihalometanos en auga y aire o la aparición de cloro gas.

 

Consejos para mantener el aire de tu cubierta para piscina

Para que esto no ocurra, desde Pipor te ofrecemos una serie de consejos que puedes seguir si tienes una cubierta para piscina en tu hogar:

  • Renueva frecuentemente el aire de las instalaciones:

Para prevenir el desarrollo de bacterias y la concentración bajo la cubierta de gases perjudiciales para la salud se recomienda recircular el aire de 4 a 8 veces por hora, así como proteger los conductos de contaminantes externos.

  • A la hora de climatizar el recinto, considerar dos factores:
    • La temperatura del aire. Según establece la Reglamentación Técnico-sanitaria de pisicinas “La temperatura seca del aire de los locales que alberguen piscinas climatizadas se mantendrá entre 1 °C y 2 °C por encima de la del agua del vaso, excepto vasos de hidromasaje y terapéuticos”.
    • La humedad relativa. En las piscinas cubiertas se genera un alto nivel de evaporación de agua lo que deriva en el aumento de la humedad. Por ley se aconseja no superar el 65% de humedad relativa en el aire. En el caso de hacerlo, además de favorecer a la aparición de bacterias, puedes poner en peligro tanto el material de la infraestructura como la instalación eléctrica.
  • Higiene en las duchas:

Si cuentas con duchas anexas a tu cubierta para piscina, estas deben cumplir un estricto protocolo de desinfección para mantenerlas limpias y sin rastro de cal. De lo contrario, si a la alta temperatura del recinto se le suma la dispersión del agua de las duchas, el resultado es un espacio propenso a transmitir hongos o bacterias como la Legionella. Así mismo, se recomienda darse ducha con anterioridad al baño para evitar alterar la composición del agua.

 

Las cubiertas para piscina Pipor están fabricadas con materiales de la mejor calidad para ayudar a prevenir todo este tipo de problemas. Además, nuestra amplia experiencia nos convierte en referentes del sector, por lo que estamos capacitados para resolver cualquier duda que pueda surgirte al respecto. Contacta con nosotros sin compromiso y descubre todo lo que podemos hacer por tu piscina.

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